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Posts Tagged ‘República’

Actitudes desafortunadas.

Alcaldesa de Fuengirola La alcaldesa de Fuengirola, una tal Esperanza Oña, busca protagonismo de la única forma que puede, buscando la polémica y procurando que nadie olvide su nombre. Quiere ser la <<nueva Esperanza Aguirre>>, para lo cual le faltan muchas cosas, empezando por un título nobiliario. Pero no desfallece e intenta una y otra vez ser <<más papista que el Papa>>, luciendo conjuntito y desbocando la palabra. Su último invento: señalar el aniversario de la II República como <<el día del perro>>.  

Esta señora merece un buen tirón de orejas. Es una pena que en el PP ya no quede nadie con la autoridad de poner a la gente en su sitio. Esta ofensa a millones de españoles que se sienten agraviados es innecesaria, absurda, obscena, impropia y sobre todo, inoportuna. No está el horno para bollos.  

Las cosas en España van mal. Y lo peor es que nada invita al optimismo. En este contexto, cuando nos está lloviendo como lo hace, y se pretende que España, junto al resto de países del mediterráneo se convierta en un granero humano para Alemania, es momento de estar unidos y no de generar división. Pero esto algunos no lo entienden. Algunos sólo ven hasta la punta de su nariz, nunca más allá.  

No voy a insistir más en la cuestión. Hay cosas más importantes que andar metiendo el dedo en el ojo a quienes no piensan como tú. Y como al fin de cuentas, supongo que tampoco se quiere discriminar sexualmente a los animales, y el próximo 14 de abril será no sólo el día del perro; también lo será de la perra.  

¿Quiénes son los Hermanos Musulmanes?

25/07/2012 2 comentarios

Desde la primavera árabe, y en especial desde los derroteros que tomaron las revueltas en Egipto, el nombre que más se repite en la prensa internacional es el de los Hermanos Musulmanes. Su poder se puede acrecentar aún más en la zona si, al final, triunfa la ofensiva contra el régimen de al-Assad en Siria. Una organización casi desconocida en Europa, pero extraordinariamente influyente en el conjunto de la sociedad musulmana. ¿Quiénes son y que pretenden estos hermanos de fe? Una pregunta que pocos medios de comunicación han intentado responder y que, sin duda, tiene una respuesta compleja y sorprendente.

La organización fue fundada por Hasan al-Banna, considerado por muchos como el padre del islamismo moderno, en 1928, tras la caída del Imperio Otomano. En sus comienzos, se trataba de una organización exclusivamente egipcia, pero muy pronto evolucionó hasta convertirse en una de las más fuertes y poderosas organizaciones panislámicas.

Debemos explicar algunos conceptos asociados al islam que resultan desconocidos en occidente. Umma es la concepción de comunidad o nación de musulmanes; se opone al concepto watan, territorio o nación histórica. Es algo así como la diferencia que existe entre identidad cultural y nación. La identidad cultural puede ser compartida por diferentes naciones y está por encima de las diferencias raciales; la nación está relacionada con el territorio y el establecimiento histórico de fronteras.

Hasan al-Banna, quien formó parte de una cofradía sufí durante algún tiempo, defendió siempre la unidad de la comunidad musulmana por encima de las cuestiones territoriales: al-islam, din-dawla o el islam, religión y estado.

El grupo, no obstante, también era férreo anticomunista. Esto les llevó a defender posiciones ultraliberales en lo económico, ganándose el apoyo de buena parte de la burguesía árabe, y a colaborar con occidente contra los intentos de la Unión Soviética de controlar la región mediante gobiernos títere.

En 1953, por ejemplo, el presidente Eisenhower los recibió en la Casa Blanca. Esta visita oficial era más que simbólica: recibió a los Hermanos Musulmanes durante su primer año de mandato, antes incluso que a presidentes de gobiernos aliados. En aquel momento, eran ya uno de los referentes occidentales en el mundo árabe.

Said Ramadan, un destacado líder histórico de los Hermanos Musulmanes, fue – con probabilidad – agente de la CIA o del M16 británico, encargado de proveer de fondos y equipo a la resistencia egipcia contra Nasser. En aquellos años, la alianza de Jordania, Siria y Egipto había provocado la Guerra de los Seis Días en la que Israel humilló al nacionalismo panárabe. Y Nasser, quien sería considerado un héroe de la Unión Soviética, se había alineado claramente a favor de las dictaduras comunistas y declarado guerra eterna a los judíos.

La posición pro-occidental de los Hermanos Musulmanes le valieron su casi exterminio en Siria. Sin embargo, su mensaje político seguía muy alejado de las democracias occidentales. De hecho, siempre han reivindicado el fin de la influencia occidental en la región. Su lema fue, a partir de esa época y hasta la actualidad, al-islam huwa al-hall o el islam es la solución.

Lo único que unió en el pasado a los Hermanos Musulmanes y occidente fue un enemigo común.  El panarabismo inspirado por Nasser se apoyaba en las ansias de revolución social de los pueblos árabes y gozaba del apoyo de la Unión Soviética. Se apoyaba en un derecho positivo, no estrictamente religioso. La Hermandad Musulmana rechazaba esta deriva comunista y defendía un modelo estrictamente islámico, defendiendo la hudud o parte de la ley islámica – conocida como sharia – dedicada a los delitos “religiosos” como el consumo de alcohol, la fornicación, el adulterio o la blasfemia; partidaria de la Qisas o ley del “ojo por ojo” y de los castigos corporales, en especial los latigazos (ochenta para las acusaciones no probadas de sexo ilícito), amputación (de mano en caso de robo) y lapidación (adulterio).  

Caído el régimen soviético era cuestión de tiempo que también se desmoronasen los regímenes árabes que, aunque en teoría no alineados, habían sido complacientes con los dictados de Moscú. Vieja alianza que, en parte, aún se niega a romperse del todo.

Entre los años setenta y ochenta, la Hermandad Musulmana desarrollo un “estado paralelo” en toda la región del Próximo y Medio Oriente. Un sistema social, sanitario y educativo, que cubría aquellas necesidades a las que no llegaba el Estado. Este modelo de organización, basado en la caridad y la formación religiosa, fue adoptado por Hamás en Palestina, organización a quienes muchos consideran el brazo palestino de los Hermanos Musulmanes.

Durante la década de los 90, se acusó a los Hermanos Musulmanes de los atentados contra objetivos turísticos en Egipto. Pero tras los atentados del 11 de Septiembre, los Hermanos Musulmanes condenaron la violencia y repudiaron públicamente a Bin Laden.

En la actualidad, aseguran que pretenden ser una fuerza política democrática, al estilo de la democracia cristiana europea. Esta declaración de intenciones no es creída por gran parte de la comunidad internacional. A pesar de ser la única fuerza organizada que podría conducir a la región hacia la democracia, existen numerosas incógnitas alrededor de este grupo, sobre su voluntad y objetivo último.

En primer lugar, la propia situación de Siria. A nadie se le escapa que los Hermanos Musulmanes están a favor del derrocamiento de al-Assad y apoyan a las guerrillas insurgentes. Una coincidencia más con occidente, mayoritariamente en contra del régimen sirio, pero que no deja de mostrar el carácter violento y paramilitar que esta organización – o algunas de sus facciones – puede  llegar a desempeñar en los conflictos árabes.

En segundo lugar, y quizás más determinante, sea el aumento de las incursiones en territorio israelí de Hamás desde que los Hermanos Musulmanes se hicieron con el control de Egipto.

Según varios medios israelís, los hermanos Musulmanes habrían pedido a Hamás que atacase Israel, facilitándoles también equipo militar. De hecho, hace pocos días, un escuadrón de Hamás se adentró treinta kilómetros en los territorios de la Franja de Gaza equipados con uniformes de camuflaje, chalecos antibalas y armamento y explosivos militares.

El futuro de los Hermanos Musulmanes está aún por escribir. Todos los esfuerzos de occidente se están centrando en apoyar el proceso egipcio y garantizar la estabilidad en el país. Una transición rápida hacia la democracia y una mejora de la situación económica de Egipto podría ser determinante hacia una transición de los Hermanos Musulmanes hacia posiciones más moderadas y democráticas. El fracaso en Egipto podría, también, reforzar las facciones más integristas del movimiento y provocar un aumento exponencial del islamismo en toda el área.

Europa duerme, como casi siempre, plácida y abstraída del mundo. Como si aquello que está pasando tan cerca de nuestras fronteras no fuera con nosotros. No es de extrañar, basta con darse cuenta de la pasividad hacia los propios problemas para comprender el grado de pasotismo de Europa hacia el resto del mundo, y en especial a los países árabes. El problema es que cualquier cosa que ocurre en el Próximo y Medio Oriente tendrá una rápida repercusión en Europa. Y en relación con los Hermanos Musulmanes, que nadie sea tan ingenuo de creer que es un fenómeno ajeno a Europa. La organización de los Hermanos Musulmanes también está presente en Europa, con especial estructura en Francia, Reino Unido y España.

 

Golpe de Estado en Paraguay

Con guante blanco, al estilo de los golpes palaciegos que derrocaban a un monarca para poner a otro en su lugar, el Senado de Paraguay destituyo al Presidente Fernando Lugo y puso en su lugar al vicepresidente Franco.

La sociedad paraguaya, ya dividida por los conflictos sociales que sufre, ha visto cómo su voluntad democrática ha sido doblegada por la aristocracia política del país. Todos los gobiernos de la región se han negado a reconocer al nuevo presidente.

Por el momento se descartan bloqueos y sanciones económicas, pero tanto los países del Mercosur cómo los de la Unión de Países Suramericanos han llamado a consultas a sus embajadores.

Algunos gobiernos han ido más lejos. Este es el caso de Hugo Chávez, que ha ordenado se paralice las exportaciones de petróleo a Paraguay hasta que se restituya la legalidad democrática en este país. Brasil, por su parte, no descarta solicitar la expulsión de Paraguay de Unasur y Mercosur.

Estados Unidos ha pedido calma a la población para evitar un conflicto civil y no se ha pronunciado aún sobre si reconocerá o no al nuevo gobierno. En este momento, sólo el Vaticano ha reconocido a Franco como presidente de la República del Paraguay. Muchos en este país consideran que la Iglesia ha tenido mucho que ver en el golpe de estado que derrocó este fin de semana a Lugo.

Otras fuentes, aseguran que la CIA sabía de la intención de derrocar al presidente Lugo desde el 2009. Por entonces, varios informes confidenciales de la CIA aseguraban que el presidente Lugo estaba rodeado de tiburones y que las discrepancias entre el presidente y el vicepresidente podrían acabar en un intento por someter a Lugo a un juicio político, tal y como ha sucedido.

La reunión del próximo jueves en Mendoza, donde se encontrarán los principales líderes de Mercosur, será determinante para el futuro del país suramericano e incluso la estabilidad de toda la región.

Mientras se resuelve la situación, la tensión crece entre la población paraguaya donde la policía tuvo que retroceder cuando intentaba hacerse con el control de la televisión pública, rodeada desde que se supo la noticia por los manifestantes favorables a Lugo.

La ausencia verde

Las elecciones francesas  han sido un ejemplo de participación, lo que demuestra el gran interés que han despertado en una sociedad descontenta con su presenta y preocupada por su futuro. En este panorama pesimista, en el que se defienden políticas antisociales como si de verdades sagradas se tratase, los extremismos están logrando un hueco impensable hace apenas veinte años.

Es posible que la memoria de quienes se enfrentaron a los totalitarismos se haya perdido en la sucesión de generaciones. Los padres no han sabido inculcar a sus hijos los valores que aprendieron de los abuelos. Ya pocos recuerdan a figuras como Willy Brandt, quien luchó en la Guerra Civil Española junto a las Brigadas Internacionales en el bando Republicano; se exilió en Noruega y combatió el nazismo;  de regreso a Alemania, donde fue alcalde de Berlín y Presidente de la República Federal de Alemania, combatió también el totalitarismo del régimen comunista soviético. Ya nadie recuerda a tantos y tantos europeos que lucharon a favor de la libertad contra todos aquellos que la subyugaban. Una lucha que no entendió de fronteras ni razas ni religiones, una lucha entre los que creían en la convivencia libre y democrática de las personas y los que no creían en la libertad y la tolerancia.

En este contexto de olvidos y crisis, los debates serenos pierden su voz frente a los ruidosos gritos de los fundamentalistas de todo tipo. Fundamentalistas del estado, de los mercados, o de la raza. Era previsible que, en este contexto, el movimiento ecologista se hundiese en Francia, quedando lejos de las expectativas de voto que habían despertado.

Al principio de la precampaña, los verdes franceses confiaban en alcanzar el 10% de los votos. Pero tras las elecciones de primera vuelta son de un triste 2,26%. Malos resultados que podemos atribuir al contexto anteriormente mencionado: una Europa que ha olvidado su pasado y que manifiesta su descontento en una peligrosa deriva populista. Pero también debido a los propios errores.

Recuerdo la Guerra de Troya, cuando Casandra advierte de lo que sucederá y nadie la cree. Las sociedades tienen por costumbre desterrar a los pájaros de mal agüero. Nadie quiere que se les advierta de sus errores y las nefastas consecuencias que tendrán, por eso la sociedad suele hacer oídos sordos a quienes manejan discursos catastrofistas. Prefieren a quienes culpabilizan a otros, como el populismo patriotero, de los males que sufren. Las organizaciones verdes deberían ser capaces de ofrecer un discurso en positivo. Por muy ajustado a la realidad que sea su discurso actual, carece de ilusión, de esperanza.

El Club de Roma llegó a unas conclusiones dramáticas, que después de cuarenta años no han hecho otra cosa que validarse. Unos cálculos que nos llevan a predecir un posible colapso de las economías y sociedades desarrolladas en torno a la década de los años treinta de este siglo. Incluso confiando en el papel redentor de la ciencia, capaz de lograr una energía barata y no contaminante antes de esta fecha, el Cambio Climático está tan avanzado que, si no logramos una reacción rápida, la última parte de este siglo está condicionada por el mismo. Términos como pobreza climática o emigración climática se volverán populares antes de 25 años. Un triste panorama que los ecologistas llevan décadas denunciando; sin embargo, como en el caso de Casandra, a pesar de lo real y urgente de su alarma, no serán escuchados a menos que sean capaces de articular un discurso positivo que evidencie las muchísimas oportunidades que ofrece un modelo sostenible en comparación con el actual, al margen de la necesidad de preservar nuestro planeta.

Otro freno para el desarrollo de los verdes es su posición sociológica. Aunque defienden la transversalidad de sus políticas, ocupan el espacio antisistema. Aquí, los verdes deberían aprender que el enemigo de mi enemigo no siempre es mi amigo. Por mucho que los movimientos antiglobalización cuestionen el modelo económico actual sus alternativas no siempre coinciden con las que ofrecen los verdes. En cualquier caso, los medios de los que se valen los movimientos anti sistema no son los adecuados para quienes optan a la participación política en las instituciones.

Un ejemplo lo tenemos con la candidata verde Eva Joly. Su imagen desfasada y antisistema le ha terminado perjudicando más que favoreciendo. Y es que aunque la gente desea candidatos no profesionales, que hagan una política diferente, cuando se encuentran ante esa posibilidad sienten miedo. Un miedo justificado, pues los pueblos se muestran siempre conservadores ante los cambios, más amigos de lo malo conocido que lo bueno por conocer; por eso, los candidatos deben ofrecer confianza e ilusión, deben ser capaces de conectar con los electores a niveles emocionales. No se trata solo de un discurso intelectual bien elaborado. Para lograr crecer electoralmente, el candidato debe ser capaz de lograr que los electores se identifiquen con él, o mejor dicho, que quieran ser como él.

¿Política espectáculo? Es verdad  que hay políticos que solo son productos de marketing, igual que hay actores que solo valen como cartel en los cines. Pero hay actores que, además de vender tienen talento; y al igual pasa con los políticos. Los verdes deben aprender que no basta con ser sólidos en sus principios, además hay que saber venderlos.